08 abril 2012

ENTREVISTA: MARCOS GORBÁN, EX PRODUCTOR GENERAL DE "GRAN HERMANO"

El padre de los reality shows de Argentina visitó la Universidad ORT de Montevideo para presentar Nominados, el libro en el que cuenta los entretelones de Gran Hermano (ver presentación). Gorbán, quien entre otras producciones estuvo al frente de Operación Triunfo y Talento Argentino, en su paso por Uruguay mantuvo un extenso diálogo con Telemedios en el que se refirió al éxito del formato, a los realities que están hoy en pantalla, y a los principales detractores que tuvo el ciclo bajo su gestión. Agradecemos la buena disposición para la entrevista.

"Desde lugares chantas se habló mierda y se puso en duda nuestra honestidad"


-¿Qué te propusiste al escribir Nominados?

-Yo tengo 23 años en la televisión, y Gran Hermano fue lo de mayor exposición, fue lo que marco un antes y un después en mi vida y en mi carrera. Entonces era como cerrar una etapa homenajeando a la gente con la que laburé y al programa que me tocó hacer. Nosotros hicimos Gran Hermano y habló todo el mundo pero nosotros nunca hablamos de Gran Hermano, entonces también era como decir “tanto se habló de Gran Hermano, ahora quiero contarles cómo fue que se hizo…”, como para que no queden sembradas las boludeces que se hablaron… Los que desde la deshonestidad acusaban de deshonestos a la gente que trabajaba honestamente, no en todos lados se es deshonesto, no en todos lados se es chanta, hay lugares en los que se trabaja en serio, Gran Hermano no es el único pero sí uno de ellos. Desde los lugares chantas, muchas veces se hablaba mierda o se planteaban dudas sobre nuestra honestidad, y me pareció que era justo para con el canal, para con el equipo y para con todos los que habíamos trabajado ahí, cerrar una etapa con un homenaje contando realmente como era el verdadero trabajo que se hacía ahí.


-¿Fue entonces una especie de derecho a réplica?


-No, era pasar en limpio algunas cosas. Hay mucha gente que tiene la tendencia a pensar “ah, son todos corruptos”, “son todas putas”, “son todos drogadictos”, “es todo trucho”, y no… La verdad es que el trabajo lo habíamos hecho con tanto esfuerzo que me daban las ganas de contar que no.

-¿Por qué es un formato que logra tanta repercusión más allá del éxito de audiencia?


-Creo que hay una repercusión inmediata del programa entre el público, que no tienen otros programas que pueden llegar a tener hasta más éxito. Tiene un grado de exposición muy alto. Creo que porque es un programa que cuenta historias que nos reflejan, y esa es la riqueza del programa.


-Es un programa que también se estudia bastante a nivel académico, ¿por qué atrae tanto el formato también desde ese lugar?

-Hay muchos libros que se escribieron sobre Gran Hermano… No porque esté en Uruguay digo que uno de los más serios que yo leí fue uno que escribió Fernando Andacht (El Reality Show: Una perspectiva analítica de la televisión), que me pareció un muy buen análisis semiológico de lo que se veía en el programa, Eliseo Verón escribió algunas cosas… Gran Hermano permite un abordaje desde lo semiológico, desde lo sociológico, lo periodístico… Es un programa que da muchísimo para interpretar, y que sea tan abierto quizás, es lo que más riqueza le da. No es algo masticado que ya está, cada uno escribe su propio guión dentro de Gran Hermano, por eso están los que son fanáticos de Juan y los que son fanáticos de María, porque cada uno a un mismo hecho le da diferentes miradas.

-¿Hay alguna cosa sobre el programa que tenga que quedar en silencio o no ser revelada nunca?


-No. El jugador más expuesto de Gran Hermano es la producción. Si vos te mandás una cagada, nadie va a acusar a Juan o a María. Si la producción miente, te matan. Es justo que sea así porque sería un abuso de poder. Hemos cometido muchísimos errores, pero todos salieron a la luz. Cuando metimos un participante que no debería haber entrado, quedó claro, la gente lo vio; cuando debimos haber sacado un participante antes de lo que lo sacamos, quedó claro, fue un error. A nadie le mentimos. Es un programa de exposición y vos sabés cuando lo producís que sos el primero en quedar expuesto.


-Sin embargo es cierto en cierta forma que el público accede a la información sobre los participantes a través de lo que ustedes seleccionan y editan, ¿cuánta influencia tiene la producción en ese sentido?


-Vos podés poner en la nota ahora que yo dije “culo”, pero yo no dije “culo”, dije “rojo”, nadie está acá para saber lo que dije, y la grabación la tenés vos. Está en la gente, el crédito que vos puedas tener o no. Cuando yo hacía Gran Hermano, ciento ochenta personas hacían Gran Hermano, y además teníamos cien mil personas mirando en vivo, y entre esas cien mil personas, los parientes y los fan club de los participantes. No podés decir que alguien dijo lo que no dijo, no podés inventar una pelea o un romance porque hay testigos, porque está fiscalizado, porque está al aire en vivo. No podés cambiarlo...

-En el libro hacés énfasis justamente en que el programa es más exitoso cuanto menos interviene la producción porque eso logra que las historias fluyan mejor. ¿Cómo ves cuando en Soñando por Bailar –que tiene aspectos en común con Gran Hermano- los jurados encargados de calificarlos por el baile, los puntúan de acuerdo a lo que hacen en el reality?

-Me llamó mucho la atención exactamente eso. Mucho. Es más, alguna vez vi que el jurado le dice a algún participante “bailás muy bien pero no das nada en el reality”… Yo no estoy de acuerdo con eso pero no sé si está mal. Es interesante lo que pasa… Hay un cambio en el lenguaje de la televisión y hay que ir actualizándose… En mi lógica no sé si está bien que el jurado les diga “vos tenés que darme más reality”, ¿qué quiere decir? ¿Peleate? ¿Ponete de novio? No sé, a mí no me parece. De todas formas Casados con Hijos marca más, no estamos hablando del éxito del año… Le va bien, pero no estamos hablando de un fenómeno como reality de treinta puntos de rating.


-¿Qué te parecieron los dos Gran Hermano que no estuvieron bajo tu gestión?

-De Gran Hermano 2011 vi alguna gala aislada, es muy poco lo que puedo hablar. Este sí lo vi y fue muy raro porque fue el primero que vi como espectador, el primero que vi desde mi casa… Algunas cosas me gustaron y otras no, que las hablé con los chicos de la producción y me contaban por qué habían sucedido determinadas cosas que yo desconocía…


-A este último Gran Hermano lo caracterizó el fenómeno de la puerta giratoria, en el que todo el tiempo entraba y salía gente. Es un recurso que por lo que vos expresás en el libro estuviste siempre en contra, ¿cómo lo viste en esta edición?


-Sí, en base a lo del libro siempre estuve bastante en contra, absolutamente. Vuelvo a repetirte y sin contradecirme, no creo mucho en eso pero por algo yo doy un paso al costado, y porque quizás yo ya estoy un poco viejo para estas ediciones y la gente joven tenga nuevas propuestas… Pero yo no soy partidario de la puerta giratoria.

-¿Por qué crees que no funcionó este último Gran Hermano?


-Creo que pasan varias cosas. Si vos mirás el tablero de la televisión argentina ahora, vas a ver que los programas más vistos son ficciones, la gente está con más ganas de ver ficción que realities… Por otro lado, se pudieron haber cometido errores, que no necesariamente tienen que ver con la producción, sino cuándo salió, contra quién salió… Yo leí que Tomás (Yankelevich) dijo que se había equivocado con eso… Y si Tomás asume parte de la responsabilidad, sumado a errores que se pueden haber cometido, sumado a que la gente quería ver otra cosa, ya está…


-¿El casting te gustó?


-No. A mí no, pero me parece que el formato tiene una crisis que hace que los pibes vengan a buscar la fama. Antes en Gran Hermano los pibes venían a buscar una aventura, después lo veían como una herramienta para buscar a otra cosa, ahora lo ven como un fin en sí mismo…


-¿Ya no interesa ganar?


-No, vienen a estar un mes y a facturar en los boliches. Entonces el desafío es menor, más superficial. Capáz que vos me decís “te estás poniendo viejo”, y quizás tengas razón, pero hace que a mí me guste menos, o que a mí me resulte menos interesante…

-¿O se está poniendo viejo el formato?


-No, en otros países no sucede. En algunos se da eso, y para eso a veces se le encuentra la vuelta y a veces no.


-¿Cómo se le encuentra la vuelta a eso?


-Hay centenares de propuestas. Todos los años se reúnen los productores de Gran Hermano del mundo y ven cómo le encuentran la vuelta a esas cosas, algunas funcionan y otras no.


-¿Hoy el formato merece un descanso?


-Por cómo veo que viene, por el desgaste, y cómo están terminando, al menos en este escenario sí, pero yo no sé qué va a pasar en seis meses…

-Hace poco Adrián Pallares comentaba en una entrevista para No se lo digas a nadie que los éxitos de la magnitud de Gran Hermano tienen siempre su “lado b”, una suerte de espacio de resistencia al programa en donde se lo analiza desde una perspectiva más crítica, ¿cómo padecieron eso?


-Yo no creo en lo más mínimo que sea así. Adrián es un gran periodista, yo lo respeto mucho pero Gran Hermano 2007 no tuvo ese “lado b”.

-¿Canosa no operaba en cierta forma desde ese lugar?

-Pero a Canosa no la veía nadie. Marcaba tres puntos de rating. Rial que hablaba bien del programa marcaba tres veces más. La existencia de algo que la gente no ve, no confirma nada. Ahora, si vos me decís que nosotros marcamos 25 puntos porque la Canosa que marcaba 3 hablaba mal de nosotros… Es una lectura bastante parcial… Es un poco forzada esa interpretación.


-¿Los programas de Diego Gvirtz no formaron parte de espacios críticos en todas las ediciones de Gran Hermano?


-No, para nada. Diego Gvirtz formó parte de los programas que manipulaban la edición para decir cosas que no habían sucedido…


-Pero es uno de los que siempre bajó línea contra el programa…


-Siempre bajó línea en contra de Gran Hermano, pero TVR los sábados cuando iba contra Gran Hermano marcaba 7 puntos contra los 20 nuestros. Pero siempre nos pegó, desde que era productor de Lucho Avilés en Indomables

-Incluso tenía el programa Sushi con Champagne donde era particularmente duro contra el primer Gran Hermano

-Sí, de hecho de la producción de Sushi con Champagne fueron a tirar cosas a la casa de Gran Hermano.


-¿Cómo fue ese episodio?


-Fueron a la calle de atrás, pararon un auto y empezaron a tirar cosas para adentro de la casa. No llegaron, porque como la casa era muy larga, quedaron en el techo. Eran pelotitas con información, pelotudeces, chistes, pero no llegaron…


-En TVR entre otras cosas pasaron un informe sobre una discusión entre Corazza y Trezeguet en donde supuestamente quedaba comprobado que estaba guionado…

-La situación fue la siguiente: lo que vos ves en el video que ponen en Indomables con Lucho Avilés, y después repite TVR, es a Tamara está leyendo un guión y dice “no me digas mi amor porque me sacás” y se ríe y mira a la cámara y dice “Sergio, sos un genio”, hablándole a Vainman. En la edición de TVR, después aparecen Gastón y Corazza peleándose y dicen eso… Esto es lo que vos ves, entonces está demostrado que está guionado, bajan al piso y dicen “y evidentemente está guionado…”. La historia es la siguiente: Existe esa pelea que él pone como guionada, pero existe de verdad, se pelean Gastón y Corazza y dicen eso de “no me digas mi amor…”; a la semana tenían que hacer una novela, entonces les mandamos un guión, que efectivamente escribió Vainman y por eso Tamara le dice eso, en donde hacen de superhéroes. Corazza hace de Batman y Gastón hace de Robin, y Vainman en ese guión, hace que Batman y Robin se peleen con el mismo texto con el que se habían peleado Gastón y Corazza la semana anterior. ¡Qué detalle que en TVR faltó la imagen de Batman y Robin peleándose con ese texto, actuándolo y riéndose de ellos mismos y de la pelea que habían tenido la semana anterior! Hubiese sido un gesto muy honesto que pusieran esa pelea, lo que pasa es que a nosotros nos vieron todos, vieron la pelea y vieron lo de Batman y Robin, y a ellos no se los fiscalizó, entonces pueden sacar la escena de Batman y Robin como si no hubiese existido y entonces mienten diciendo que esa escena había sido guionada, pero todo es una vil mentira. Es una vil mentira, yo respondo por eso, me encantaría que algún día Gvirtz diga “tenés razón, fue una diablura que hicimos…”.


-¿Nunca te lo cruzaste?


-No, no… Alguna vez que me lo crucé en la mesa de un bar pero no me saludó. Yo tampoco. Creo que no saluda a la gente que no conoce.

-¿Te hirió a nivel profesional algo de lo que hizo?


-Me ofendió, porque deshonestamente nos están acusando de ser deshonestos, y el deshonesto es él, o es la persona que pone ese video al aire.

-Rial también fue uno de los principales detractores de Gran Hermano en aquel momento…

-Sí, y Jorge asume Gran Hermano 2007 y en la primera gala dice “por fin estoy en el vientre del monstruo, ahora voy a saber cómo es de verdad”. Después empieza a argumentar, a defender y a reconocer en lo que se equivocó, ojalá todos tuviésemos esa capacidad.


-¿Cómo se limaron las asperezas?


-Hablamos, pero hablé más yo que él, él no me decía nada. Yo le explicaba “las cosas no son como vos creés, no está guionado…”. Y dijo “bueno, vamos a hacerlo”, como diciendo “vamos a verlo en los hechos”. En los hechos se demostró, fue así, y ahí se relajó todo.

-¿Hubo alguien con quien hayas quedado particularmente enemistado?


-No. Hay alguna gente con la cual antes de trabajar o hacer cualquier cosa debería sentarme a aclarar varias cosas, si llegara la ocasión.


-¿Canosa, por ejemplo?


-Capáz, pero tampoco… Canosa estaba enojada nomás…

-¿Por qué se enojó?

-Porque estaba afuera del éxito, y estaba afuera del éxito porque se equivocó, o no sé si se equivocó, le salieron mal las cosas… Ella era la enemiga de Jorge y él iba a conducir el programa y ella intentó no hablar del programa porque estaba Jorge, y creo que en ese sentido fue ser leal a sí misma. El problema fue que en un momento el programa tenía tanto éxito y ella no, que tuvo que dejar de ser leal a sí misma, y eso la enojó, y es natural…

-¿Lo del helicóptero cómo fue?


-Me pareció una genialidad. En aquel momento me hinchó las pelotas, pero ese es un ejemplo de una oposición bien hecha, no es lo mismo lo del helicóptero que decir “está guionado” e inventar informes, etc.…

-¿Fuiste vos el que tomó la decisión de encerrar a los participantes en el SUM mientras la Canosa sobrevolaba la casa?

-Claro.


-¿Por qué?


-Y no le íbamos a hacer el show a la Canosa…


-¿Cómo es tu relación con los ex Gran Hermano?


-En mi gestión fueron como ochenta. Con la gran mayoría tengo excelente relación, a algunos los veo, con algunos soy amigo….


-¿Cómo sigue el juicio que Máximo Sacca entre otros ex integrantes le iniciaron al programa?

-Que lo resuelvan en la justicia. Los juicios se resuelven en la justicia. Pasaron once años y no presentaron una sola prueba.

-¿Hablaste con ellos en algún momento después de que empezara esto?

-Con Tamara sí, tengo excelente relación. No tengo nada que decir. Los otros chicos tienen que presentar las pruebas en la justicia, los juicios no se resuelven en la televisión.

-¿Te molesta que aparezcan en los programas hablando sobre su supuesta mala experiencia en Gran Hermano?


-No, que hagan lo que quieran. Eso se resuelve en tribunales. Yo te puedo acusar a vos de que le robaste las joyas a la reina de Inglaterra y salir por todos los programas a decirlo…

-Se disparó una polémica en las últimas semanas sobre el parecido entre Talento Argentino y Soñando por Cantar, vos que fuiste el responsable de la versión argentina del primero, ¿cómo ves el parecido?


-Tiene coincidencias y tiene diferencias. Evidentemente tomaron cosas de Talento Argentino, como la gira por el país, hacerlo por el interior, y mejoraron lo que estaban haciendo cuando hicieron El Casting de La Tele. Los teatros son tomados de Talento Argentino, lo que no hicieron en El Casting de la Tele lo están haciendo ahora. Salieron del estudio en donde se hacía El Casting de la Tele y se fueron a los teatros en donde se hacía Talento Argentino. Si es un plagio, lo tiene que decidir la dueña del formato.


-¿Cómo fue la experiencia de hacer un híbrido entre Gran Hermano y Operación Triunfo en el 2009?
(*)

-Fue una horrible experiencia, sobre todo porque yo me opuse todo el tiempo, porque fui el productor de Gran Hermano y el productor de Operación Triunfo, y como soy el productor, me toca estar en algunos lugares donde me entero de cosas. Cuando hicimos el primer Operación Triunfo, empezamos a descubrir que algunas cosas de Gran Hermano no nos funcionaban en Operación Triunfo, porque eran públicos diferentes, porque los participantes venían a buscar cosas diferentes, y porque no estaban aislados. Entonces, se estaba por formar una pareja, o había un momento de romanticismo, que se miraron dulce y el flaco le escribió una canción y ella dijo “que linda canción”, y a la gala siguiente, la piba sube al escenario y hay uno abajo gritándole “¡puta!”. Se nos armó un escándalo, ella se deprimió y se quería ir, la madre que nos quería matar, y dijimos “chicos, no pongamos más notas de estas”, y empezam
os a llevar el formato hacia otro lado, más hacia la música y menos a lo Gran Hermano, contrariamente a lo que se creía. Toda esa experiencia, algunos ejecutivos la ignoran. Entonces te dicen “no, pero ahora hacelo ‘granhermanizado’, que se peleen, que se nominen en la cara”, y les decís que todos los realities que se hicieron nominándose a la cara salieron mal, pregúntenle a la gente de El Bar… Bueno, listo, salió mal... Pasó la cuarta gala y me dijeron “está bien, hacé lo que decías vos…”. Ahí volvimos a lo anterior, pero la pasé mal. La pasé mal. Pelear contra esas cosas no está bueno.

-¿Qué recuerdos tenés de tu trabajo en Uruguay?
(*)

-Yo tuve dos experiencias trabajando acá en Uruguay. La primera fue en el ’96, habiendo vivido acá un mes y medio haciendo La Mesa de Andrea para Videomatch. Fue fantástica la experiencia. A mí me gustaba Montevideo, me terminé enamorando de Montevideo. El Mercado del Puerto era mi segunda casa. Cuando empezamos a trabajar, los gerentes que estaban en ese momento en el canal tenían mucho temor, y nos advertían todo el tiempo “guarda con los uruguayos, que no sientan que ustedes vienen a enseñar, porque ustedes les vienen a enseñar…”. Y la verdad es que al segundo día que estábamos acá, sabíamos cuáles eran los argentinos y cuáles los uruguayos los viernes cuando jugábamos al fútbol. Después era un mismo equipo, y no lo digo demagógicamente, era una realidad. Fue alucinaste. Todos esos miedos eran infundados. Mucho tiempo después, tuve una de mis experiencias televisivas más placenteras, que es cuando hicimos Anecdotario con la gente de Oz. Una experiencia hermosísima pero no tanto televisiva como emocional. Cuando vos tenés una idea, y la ves mejor, es muy raro, pero es divino, y que encima salga al aire con una expectativa de seis, siete puntos, y marcara trece, y que después además fuera un éxito comercial, ¿qué te puedo decir? Conocí a Yamandú, que para mí era un desconocido absoluto y me terminé metiendo en todos los recitales de la Catalina cuando venía a Buenos Aires. Solo tengo experiencias placenteras en Uruguay.


(*) Las últimas dos preguntas fueron formuladas en el marco de la conferencia.

5 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

buena entrevista! es un groso gorban

Anónimo dijo...

no elimines el anterior que le da pa adelante!!

Mencho dijo...

Bien por la nota. Saludos.

Anónimo dijo...

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